
México
Pobreza de
Nuestro Solano
La pobreza con paciencia
no es causa de perecer,
antes hace merecer
el Cielo y su providencia.
CONSIDERACIÓN
¡Oh
Dios Altísimo, Dueño y Señor de nuestras almas! Nada queremos sino a Ti, porque
todo el mundo es vanidad y cuanto hay en él es polvo y tierra. Tú, Señor, eres
solamente la hartura de nuestro corazón; concédenos que no seamos engañados con
los halagos de los bienes terrenales que el mundo atesora, desprendiéndolo todo
por el Cielo y por seguir tus pisadas y las de tu siervo Solano, que tantas
veces lo renunció todo, mirándolo como cosa despreciable; haz, pues, Señor, que
le imitemos en su austeridad voluntaria, para lograr la herencia de la gloria,
Amén.
Recemos tres
veces el Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
Pidamos la
gracia que deseemos conseguir. Añadir el “Responso al Santo”.
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