El viernes 2 de marzo ha tenido un marcado carácter de oración. Ante el “Rescatao”, que hace siglos fue hecho cautivo y arrastrado por las calles, hemos orado durante todo el día por sus cristianos, que hoy sufren lo mismo por su Nombre.
Al anochecer acompañamos por las calles a nuestra Madre, la Virgen de la Caridad, recordando las estaciones de su Hijo hasta llegar a la cruz, a la vez que nos hemos hecho eco del vía crucis actual de tantos de sus hijos e hijas que sufren la condena, la tortura o la muerte por amar al Crucificado. Gracias a A.I.N. por los textos de su vía crucis.
Unidos en oración.
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