miércoles, 11 de abril de 2012

LA VIDA NO TIENE PUNTO FINAL



Intensa ha sido la Semana Mayor en nuestra parroquia. Comenzamos con la bendición de ramos en la puerta del templo y a continuación celebramos la Eucaristía en el interior. A medio día, la Hermandad del Santo Entierro honró a sus sagrados titulares con la Misa de Regla y el besamanos de la Virgen de la Soledad durante la tarde.

El Martes Santo la Franciscana Hermandad de la Humildad y Caridad hizo su estación de penitencia por las calles montillanas. Este año, con cambio de itinerario. Preciosa estampa por la calle San Sebastián y su parroquia. La Virgen de la Caridad cumplía 25 años y este Martes Santo ha sido un regalo precioso.

Y llegaron los días grandes, el Triduo Pascual. El Jueves Santo celebramos la Cena del Señor, visibilizando el mandamiento del amor por medio del lavatorio de los pies. Y después, noche y madrugada ante el Monumento.

 

El Viernes Santo, día de oración con Laudes, las Siete Palabras y por supuesto la Celebración de la Pasión del Señor, como siempre profunda, austera, tocando el corazón…

A las 19h. salía por primera vez de su capilla la Hermandad del Sagrado Descendimiento para hacer estación de penitencia. La lluvia sólo permitió estar una hora en la calle, pero merecieron la pena esos sesenta minutos. La primera vez que salió del templo jesuita, hace años, también era 6 de abril.

 

Por su parte, la Hermandad del Santo Entierro, ante la lluvia realizó su estación de penitencia en el interior de San Agustín con el vía crucis de los cristianos perseguidos. Textos y marchas procesionales que nos ayudaron a entrar más en el Misterio de esa noche y en la pasión que sigue sufriendo Cristo en los suyos.

 

Y por fin se hizo la luz, repicaron las campanas, resonó el aleluya… La solemne Vigilia Pascual fue todo gracia. La Palabra, la renovación del Bautismo y la Eucaristía hicieron más fuerte nuestra unión con Cristo, nos hablaron de esperanza y alegría. La muerte está muerta. Había que celebrarlo en la liturgia y en el ágape. Y así lo hicimos.

 

¡FELIZ PASCUA!

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